Crónica de Fernando D. Quesada
Tras tres años de ausencia como consecuencia de la pandemia, se volvía a celebrar el Cresta del Gallo Running Day en su octava edición. Se trata de un recorrido de unos 13.300 metros con 400 metros de desnivel positivo en la zona del sur de Murcia, bordeando la Cresta del Gallo.
El inicio de la carrera es en pendiente positiva, con zonas de rampas de bastante desnivel, por una pista forestal hasta el km 5km. Posteriormente, se atraviesa un falso llano de 1,5 km hasta el llegar al asalto de la última cuesta, donde se encontraba el único avituallamiento en carrera. Una vez se corona la cima se comienza un largo descenso de más de 6km hasta meta en el polideportivo de los Garres.
Se trata de una carrera bien organiza, con trofeos en todas las categorías y una postcarrera excepcional con paellas, cerveza, jamón, frutos secos y bizcocho de postre.
En mi caso, ha sido la primera competición desde la RDLF. Las sensaciones no fueron muy buenas al no haber descansado bien la noche anterior con problemas estomacales. Finalmente, concluí con un tiempo de 1:08:58, 62 de la general y 11 en categoría M45.