Leandro Miras lleva unos años jubilado de la recepción del Hotel Carlos III, pero no para quieto. El 21 de diciembre se plantó en Águilas para la Carrera Popular de Navidad, que tiene subida al mirador del Pico de L’Aguilica y al Castillo de San Juan de las Águilas. Solo ver la foto de esa cuesta me da taquicardia.

Leandro terminó en 31:07, a un ritmo de 5:11, que para seis kilómetros con esas rampas yo solo podría hacerlo en bici eléctrica. Las cuestas tienen un no se qué que qué se yo. Odi et amo, que decía Catulo. En Cartagena tenemos unas cuantas… Algunas duras de verdad. El Calvario, que tiene muy bien escogido el nombre. O el Angliru, que es el hermano pequeño del asturiano. Y qué decir de la subida al castillo de la Atalaya por la cara norte, que en la Ruta de las Fortalezas te llega con 50 km en el cuerpo. Cuando la empiezo y miro parriba, me parece el castillo de Drácula en la peli de Coppola.

En Orihuela está la del Seminario, que tengo como asignatura pendiente: subirla del tirón corriendo, sin andar, que es la única forma de poder decir que la has subido de verdad. (Quizá mañana, en la San Silvestre nocturna, lo consiga). Leandro subió las de Águilas dos días antes de Navidad, cuando el resto de mortales estaban comiendo turrones. Bravo por él. La cuesta de enero, en comparación, es pan comido.



Debe estar conectado para enviar un comentario.